Todo esto ocurre en Lima.
Al terminar de cantar en una feria de libros, se acercó el poeta Efraín Altamirano —tipo mediano, lentes antiguos y chivera- diciendo que había otra presentación en el Centro de Lima. Era una movilización social en contra de una obra polémica (y mal hecha) construida por el alcalde de Lima, Lucho Castañeda.
Acepté, siempre comprometido con las causas que considero justas.
Días después, el poeta escribió un mensaje contándome que todos los jueves hacían recitales de poesía en el Keko Bar de Barranco. Aunque no me invitaba a participar como cantor, estando ahí con la guitarra, finalmente, toqué un par de canciones. Esa noche conocí a otros personajes de la poesía: Pamela Pasapera y Mario Bendezú.
Marquito (diminutivo de Marco) era el tipo de la barra que traía las cervezas a la mesa. No sé si era el dueño.
Una hora después tomábamos cervezas a puertas cerradas, conversando entre todos sobre la poesía, el arte y lo imposible. Efráin comentó que era ingeniero civil
—Un ingeniero poeta –le dije impresionado.
Llegado un momento, el poeta ingeniero comenzó a hablar sobre cómo los Números Complejos expanden el conjunto de Número Reales.
—¿Cual es la raíz de menos uno? –me preguntó. Pensé unos segundos callado pensando…
√–1= ?
Para intentar resolver esta operación descompongo el –1. Es decir:
–1= 1 * –1
Antes de decir mi respuesta, el poeta ingeniero continuó explicando-. De esa respuesta, hay un Número Real y otro que pertenece a los Números imaginarios.
Entonces sigo resolviendo:
√–1= √1 * –1
=√1 * -1
=√1 * √-1
=1*√-1
Y así, si continuáramos entraríamos aun bucle infinito de operaciones donde siempre nos quedara un número real multiplicado por
√–1
Esa es la constante imaginaria simbolizada por i
i= √-1
Lo Número Complejos —explicaba– se originan al intentar hallar la raíz cuadrada de cualquier número real negativo. Otro ejemplo:
√-25
= √ (25) (-1)
= 5 * √-1
Quedé fascinado con esa explicación. Luego se terminaron las cervezas, salimos del bar y nos despedimos. Pero yo me había quedado con algo que antes de despedirnos me dijo, que entre el cero y el uno, había una dimensión más dónde había un sin fin de posibilidades…
No tardé mucho en notar que “la raíz de menos uno” era una frase octosílaba (de ocho sílabas). Llegué a casa y escribí esta canción sobre un número que me daba esperanza, que nos permitía imaginar lo que queramos.
En este vídeo está la letra y la canción, si continúas bajando encontrarás solo la letra escrita en estrofas. Imagina lo que quieras!
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=7b4J1__HZ0Y&w=800&h=422]
Todo puede ser posible
imagina lo que quieras.
Universos paralelos,
posibilidades nuevas.
Todo momento oportuno
es posible en otra cuerda.
La raíz de menos uno,
nuestra dirección opuesta.
Nuestra relación opuesta,
imagina lo que quieras,
imagina lo que quieras,
imagina lo que quieras.
Todo puede ser posible,
imagina lo que quieras.
Deja una respuesta