Conducción de autor

Sentado en el asiento trasero del coche observo cómo el parabrisas enmarca una especie de toma, como si se tratara de una cámara cinematográfica. La imagen está en movimiento y se crea la sensación de que el coche engulle las líneas discontinuas. El coche se mueve fluctuando entre los 100 y 140km/h. La conductora, en este casi, siguiendo la metáfora de la cámara,  es la directora de esta película.

Conducir podría ser un medio de expresión si lo vemos desde esa perspectiva. Podemos hacer el mismo tramo con diferentes conductores y, desde luego, sentados en el asiento trasero, como espectadores, veremos que no es lo mismo. Hay una perspectiva, un punto de vista, una autoría al conducir.

No todas las personas que conducen van exactamente por el mismo carril. Y dentro del carril, algunas van más pegadas a la línea de la derecha, otras van simétricamente al centro y otras pegadas a la línea de la izquierda (esto por proponer tres posiciones básicas). Hay quienes van cambiando de una a otra posición sobre la marcha. Y luego por algún motivo cambian de carril, aumentan la velocidad o la disminuyen. Todo desde su perspectiva, todo desde su autoría.

Esto hace que, sentado en el asiento trasero, siempre veas un película diferente. Es decir, la conducción siempre es de autor.

No olvidemos las emociones y sensaciones. Ventana abierta, cerrada; calefacción, aire acondicionado (y sus interminables temperaturas graduables). Con la radio, con un CD o por intenet. Música. ¿Qué música? De noche, de día. En invierno, verano. Llueve, nieva.

Además la conductora, por momentos me hace sentir, al coger la curvas, que vamos a estrellarnos y dar vueltas de campana. Es de noche y el coche a veces parpadea. Los faros dejan de iluminar lo que sigue y me aterra.
La velocidad máxima dice 100, pero vamos a 145km/h. Involuntaria e imaginariamente estiro el pie derecho como si estaría yo frenando. Realmente la conducción de autor genera emociones igual que el arte. Solo que si es del género de terror, puede que realmente sea tu hora final.

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