Autor: uma_wp

  • Independencia del Perú: ¿Liberación Popular o Cambio de Élites?”

    Introducción

    El 28 de julio de 1821, Perú proclamó su independencia de la monarquía española, un hito histórico celebrado como el nacimiento de la República. Sin embargo, esta independencia puede ser entendida no como una emancipación genuina de las masas populares, sino como una transferencia de poder entre élites que perpetuó sistemas de dominación y explotación. Este artículo intenta explorar cómo la independencia del Perú, y por extensión la de otros países latinoamericanos, representó más una revolución burguesa que una verdadera liberación popular, analizando su impacto en las clases trabajadoras y los sectores marginados.

    2. Contexto Histórico: Revoluciones Burguesas y Liberalismo

        2.1. La Influencia de la Revolución Francesa

    La Revolución Francesa de 1789 tuvo un impacto significativo en los movimientos de independencia en América Latina. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad inspiraron a las élites criollas a buscar autonomía frente a la monarquía española. Sin embargo, esta inspiración no se tradujo en una verdadera emancipación para las masas populares. Según Eric Hobsbawm, estas revoluciones burguesas sirvieron principalmente para consolidar el poder de las nuevas clases dominantes (Hobsbawm, La era de la revolución).

        2.2. La Independencia como Revolución Burguesa

    Las independencias latinoamericanas pueden entenderse como movimientos liderados por las élites criollas para establecer un nuevo orden político que les favoreciera. En el caso de Perú, la independencia fue un proceso liderado por un grupo reducido de terratenientes y comerciantes que buscaban liberarse del control económico y político de España para poder expandir sus propias oportunidades económicas y políticas. Como señala John Lynch, la independencia no transformó significativamente las estructuras de poder y explotación existentes (Lynch, Las revoluciones hispanoamericanas).

    3. Post-Independencia: Continuidad de la Desigualdad

       3.1. Persistencia de las Estructuras de Explotación

    Tras la independencia, las estructuras socioeconómicas de Perú no cambiaron radicalmente. La mayoría de la población, especialmente los indígenas, mestizos y afrodescendientes, continuaron enfrentando condiciones de explotación y marginalización. Los nuevos estados republicanos replicaron muchas de las dinámicas de poder del periodo colonial, ahora bajo una fachada de autonomía nacional.

       3.2. Liberalismo y Privatización

    El liberalismo económico, adoptado por las nuevas repúblicas, favoreció la privatización de tierras y recursos, beneficiando principalmente a las élites criollas. David Harvey argumenta que el neoliberalismo ha perpetuado y exacerbado las desigualdades económicas y sociales en América Latina (Harvey, Breve historia del neoliberalismo). En el contexto peruano, la privatización de tierras y recursos naturales a menudo ha desposeído a las comunidades indígenas y rurales,  intensificando la desigualdad y la pobreza.

    4. Imperialismo y Dependencia

       4.1. Dependencia Económica

    La independencia política no necesariamente implica independencia económica. André Gunder Frank desarrolló la teoría de la dependencia para explicar cómo las economías latinoamericanas, aunque políticamente independientes, siguieron siendo dependientes de las potencias extranjeras, especialmente de las economías capitalistas desarrolladas (Frank, El desarrollo del subdesarrollo). En Perú, esta dependencia se manifestó en la explotación de recursos naturales por empresas extranjeras, beneficiando a una minoría local y perpetuando la pobreza en las comunidades.

       4.2. Imperialismo Contemporáneo

    El imperialismo moderno, como lo describe Immanuel Wallerstein en su teoría del sistema-mundo, implica una relación asimétrica entre los países del centro (desarrollados) y los de la periferia (en desarrollo), donde los primeros extraen recursos y riqueza de los segundos (Wallerstein, El moderno sistema mundial). En Perú, esta dinámica se refleja en la explotación de recursos minerales y agrícolas, donde las empresas transnacionales obtienen grandes beneficios a expensas del desarrollo local.

    5. Perspectivas limitadas para una justicia social

    La independencia del Perú en 1821, celebrada como un logro emancipador, puede ser vista críticamente como una revolución burguesa que benefició principalmente a las élites criollas, mientras perpetuaba la explotación y marginación de las masas populares. Desde una perspectiva antimperialista, esta independencia política no se tradujo en una verdadera liberación económica y social. En lugar de romper con las estructuras de dominación colonial, las nuevas repúblicas adoptaron formas de liberalismo económico que favorecieron la continuidad de la desigualdad y la dependencia.

    Las élites que se hicieron con el poder tras la independencia replicaron muchas de las dinámicas de explotación colonial, manteniendo y reforzando las estructuras sociales y políticas preexistentes. Esta perpetuación de la dinámica colonial significa que las perspectivas para alcanzar una justicia social integral son limitadas. Las mismas clases dominantes que se beneficiaron del sistema colonial ahora controlan los recursos y el poder político, lo que dificulta significativamente cualquier cambio estructural profundo.

    Para avanzar hacia una verdadera emancipación, no solo es necesario abordar las raíces estructurales de la explotación, sino también confrontar y transformar las estructuras de poder que perpetúan estas dinámicas. Sin un cambio en las élites gobernantes y en la distribución del poder, las posibilidades de lograr justicia social y económica para todas las comunidades en Perú siguen siendo extremadamente restringidas.

    Referencias

    – Frank, André Gunder. El desarrollo del subdesarrollo. Siglo XXI, 1966.
    – Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo. Akal, 2005.
    – Hobsbawm, Eric. La era de la revolución: 1789-1848. Crítica, 2007.
    – Lynch, John. Las revoluciones hispanoamericanas: 1808-1826. Ariel, 2004.
    – Wallerstein, Immanuel. El moderno sistema mundial. Siglo XXI, 1974.

  • Itziar Ituño vs. BMW: La Hipocresía Corporativa y la Censura a la Disidencia

    BMW presume de neutralidad, pero despide a Itziar Ituño por alzar su voz en una manifestación legal. La brutalidad capitalista al descubierto: ¡la libertad de expresión, sofocada bajo el peso autoritario de BMW

    Foto: Itziar Ituño participó en la manifestación de Bilbao, convocada por la organización de apoyo a los presos de ETA Sare.

    La historia de BMW y Itziar Ituño destaca la tensión inherente entre las corporaciones, la política y la lucha por los derechos civiles. ¿Hasta qué punto puede una empresa desvincularse de las ideologías en un mundo cada vez más consciente del capitalismo que todo lo atraviesa?

    La empresa emitió un comunicado afirmándose apolítica: “No nos vinculamos con ninguna ideología política, por lo que lamentamos que se haya vinculado la imagen de la marca con cualquier acto de contenido ideológico”. Sin embargo, aquí emerge una contradicción palpable.

    En el complejo tejido del capitalismo global, empresas multinacionales como BMW prosperan en un sistema que, aunque pretenda desvincularse de ideologías, está intrínsecamente ligado al capitalismo. En este contexto, la neutralidad ideológica es un espejismo, ya que las decisiones corporativas y su influencia en la sociedad no pueden separarse de la realidad política y social.

    Mientras BMW proclama su neutralidad ideológica, la participación de Itziar Ituño en una manifestación legal se ha visto injustamente criminalizada. ¿Es esta la libertad de expresión que las grandes corporaciones prometen respetar?

    En este momento, somos muchos quienes expresamos nuestro apoyo a Itziar Ituño. A pesar de enfrentar las repercusiones de su participación activa en cuestiones sociales, ejerce un derecho democrático fundamental: la libertad de expresión. ¿O acaso la libertad de expresión solo aplica cuando se alinea con las narrativas del sistema?

    #BMW#itziarituno#libertadeexpresion#itziarituñorekin

  • Un Final Irónico: Hernando Guerra y la Tragicomedia de Defender un Sistema que Mata

    La irónica muerte de Hernando Guerra García García es un sombrío recordatorio del poder opresivo inherente al apoyo a políticas neoliberales, que perpetúan la desigualdad y desmantelan los pilares sociales.

    Guerra respaldaba férreamente el gobierno dictatorial-genocida de A. Fujimori (1990-2000), que abrazó el neoliberalismo, y defendió un sistema económico que solo benefició a las élites y debilitó los servicios esenciales como la salud. Esta ironía brutal refleja la lucha de clases en la que las decisiones políticas de unos pocos poderosos determinan la vida y la muerte de muchos.

    Guerra, como defensor del neoliberalismo, fue víctima de la misma ideología que promovió. Su tragicómico fin subraya la necesidad crítica de desafiar las estructuras de poder y luchar por un sistema que coloque la salud y el bienestar de la clase trabajadora en el centro de sus prioridades.

    Es un llamado a la acción para unirnos en la lucha por un cambio estructural que ponga fin a la explotación y establezca un sistema que garantice la atención médica y otros derechos básicos para todos. Solo a través de la solidaridad y la lucha colectiva podemos desafiar esta desigualdad sistémica y forjar un futuro más justo para todos.

  • Diferenciando el Sandinismo del Orteguismo: Claves para Comprender las Dos Etapas del Movimiento”

    En la historia política de Nicaragua, el Sandinismo y el Orteguismo representan dos etapas distintas de un movimiento que ha dejado una profunda huella en el país. A medida que evolucionaron con el tiempo, surge la pregunta: ¿Es necesario diferenciar entre ambas posturas? ¿Los símbolos sandinistas son ahora símbolos de opresión?

    Managua, 8 de septiembre de 2023 – Nicaragua ha sido testigo de dos fases distintas del movimiento sandinista, encabezado en un principio por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) bajo el liderazgo de Daniel Ortega y otros líderes revolucionarios, y luego por el régimen actual de Daniel Ortega y Rosario Murillo, conocido como el Orteguismo.

    Diferencias ideológicas y políticas:

    La primera fase del Sandinismo, que se remonta a la Revolución Sandinista de 1979, se caracterizó por un espíritu revolucionario con el objetivo de derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza. El FSLN abogaba por una variedad de ideales, incluyendo la justicia social, la igualdad y la lucha contra la opresión. Sin embargo, a medida que avanzaba la década de 1980, surgieron tensiones internas y enfrentamientos con Estados Unidos, lo que llevó a una guerra civil. Esta etapa se caracterizó por una fuerte presión internacional y la intervención de la CIA en Nicaragua.

    En contraste, el Orteguismo, encabezado por Daniel Ortega, representa una etapa posterior del movimiento sandinista, marcada por un régimen autoritario. Aunque inicialmente fue electo democráticamente en 1984, Ortega retornó al poder en 2007 y ha enfrentado críticas por el debilitamiento de las instituciones democráticas, la represión de la oposición política y la consolidación de un poder ejecutivo fuerte.

    Símbolos sandinistas y su evolución:

    Los símbolos sandinistas, como la bandera rojinegra y el lema “Patria Libre o Morir”, evocan recuerdos de la lucha revolucionaria y la búsqueda de justicia social. Sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio en la dirección del movimiento, estos símbolos se han vuelto objeto de controversia.

    Para algunos nicaragüenses, los símbolos sandinistas todavía representan los ideales de justicia social y equidad. Sin embargo, para otros, especialmente aquellos que critican el régimen actual, estos símbolos han sido apropiados por el Orteguismo y se consideran ahora representativos de un gobierno autoritario y represivo.

    Conclusiones

    Diferenciar entre el Sandinismo original y el Orteguismo es esencial para comprender la historia y la política de Nicaragua. Mientras que el primero representó una lucha por la justicia social y la liberación del país, el segundo ha generado preocupaciones en cuanto a la democracia y los derechos humanos.

    Los símbolos sandinistas, aunque continúan siendo importantes para muchos nicaragüenses, también están en el centro de un debate sobre su significado en la Nicaragua actual. Para algunos, representan la esperanza de un pasado revolucionario, mientras que para otros simbolizan la opresión bajo el régimen de Ortega.

    En última instancia, la discusión sobre el Sandinismo y el Orteguismo es un reflejo de la complejidad política y social de Nicaragua y la importancia de una narrativa precisa y equilibrada para comprender su evolución histórica y política.

  • Aurat Azadi: El feminismo y su futuro en Pakistán

    En un valiente y conmovedor artículo publicado en la Internacional Progresista, se examina el movimiento feminista en Pakistán y su lucha por la igualdad de género y la liberación de las mujeres. El informe, titulado “Aurat Azadi”, arroja luz sobre los desafíos y las esperanzas del feminismo en el país.

    Marcha Aurat de 2021 en Islamabad. Imagen vía el grupo de Facebook Aurat Azadi March.

    El movimiento feminista en Pakistán ha ganado impulso en los últimos años, desafiando las normas patriarcales arraigadas y abordando cuestiones cruciales como la violencia de género, los matrimonios forzados y la discriminación en el acceso a la educación y el empleo.

    El artículo destaca las valientes voces de las activistas feministas paquistaníes que están liderando la lucha por la igualdad y la justicia. A través de protestas, marchas y campañas en las redes sociales, estas mujeres están desafiando los estereotipos de género y exigiendo un cambio sistémico en la sociedad.

    Sin embargo, el camino hacia la igualdad de género en Pakistán no ha sido fácil. El artículo señala los obstáculos y la resistencia que enfrenta el movimiento feminista, incluyendo la violencia y la persecución que sufren las activistas. A pesar de estos desafíos, las feministas en Pakistán continúan perseverando y luchando por un futuro más justo y equitativo.

    Es crucial que la comunidad internacional brinde su apoyo y solidaridad al movimiento feminista en Pakistán. La lucha por la igualdad de género no debe ser ignorada ni minimizada, y debemos unirnos para impulsar un cambio real y duradero en la sociedad paquistaní.

    El informe completo de la Internacional Progresista proporciona una visión profunda y enriquecedora sobre el feminismo en Pakistán y su impacto en la lucha por los derechos de las mujeres. Invita a la reflexión y nos impulsa a actuar en solidaridad con las valientes feministas que están transformando la realidad en su país.

    #AuratAzadi #Feminismo #IgualdadDeGénero #LiberaciónDeLasMujeres #Pakistán

  • Jeremy Corbyn: “prefiero ser un peligroso radical que un cobarde cómplice de la opresión”

    En un movimiento que ha sacudido los cimientos del establishment político, el ex líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, se ha unido a la coalición Internacional Progresista para poner fin a la Nakba en Palestina.

    Jeremy Corbyn se dirigió a la multitud (Imagen: PA)

    La Nakba, que significa “catástrofe” en árabe, se refiere al éxodo de más de 700.000 palestinos de sus hogares durante la creación del Estado de Israel en 1948. Desde entonces, los palestinos han enfrentado décadas de ocupación, apartheid y violaciones de los derechos humanos por parte de Israel.

    La coalición Internacional Progresista, encabezada por figuras progresistas como Bernie Sanders y Yanis Varoufakis, ha adoptado una postura firme en apoyo a la autodeterminación palestina y ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas para poner fin a la ocupación israelí.

    La incorporación de Corbyn a la coalición ha sido recibida con entusiasmo por los defensores de la causa palestina, que ven en él un aliado valioso en la lucha por la justicia y la igualdad en la región.

    Sin embargo, la noticia ha sido recibida con preocupación por la élite política del Reino Unido, que ha denunciado la participación de Corbyn en la coalición como una amenaza a la “estabilidad” y a la “seguridad” de la región. Pero con el humor ácido, Corbyn ha respondido: “Si luchar por los derechos humanos y la justicia es una amenaza a la estabilidad, entonces prefiero ser un peligroso radical que un cobarde cómplice de la opresión”.

  • Sistema de castas y crianza

    Un hombre blanco y de clase acomodada apellidado Orlandini ejerce violencia verbal y física contra su hijo (mayor de edad). Este último, a la vez, ejerciendo violencia física y racista contra unos policías y serenazgos cholos, se niega a ser justamente intervenido por beber alcohol en la vía pública y fuera de la hora del toque de queda.

    “Necesitamos más padres como estos” celebran los que validan violencia paternal. Los mismos que admiraban en 2020 al Capitan Cueva, ese militar que abusó de un menor por romper el toque de queda. Aplausos al padre de apellido Orlandini y likes al vídeo.

    Qué paciencia la de los policías y serenos (o tal vez miedo) para subir a Orlandini al patrullero y finalmente llevarlo a la comisaría. El chiquillo de 21 años, minutos antes les amenaza, alardeando de sus privilegios, y los policías realmente se achican. Y les da un miedo entendible. Saben que es mejor no meterse con la blanquitud criolla. Tal vez en otros términos, tanto Orlandini y los policías saben que en el Perú sobrevive el Sistema de Castas Colonial.

    Hay unos detalles llamativos:

    1. Cuando llega Orlandini, el padre, los policías le dan las explicaciones del caso, como si hubiera llegado su superior.

    2. Los policías están tan acojonados que se olvidan de que el padre, por muy abogado que sea, también está violando el toque de queda y debe ser arrestado y puesto a disposición en la comisaría. ¿Qué hace en la calle si hay toque de queda, si su hijo es mayor de edad (entiéndase un ciudadano que responde por sí mismo)?

    3. Los policías dejan de intervenir cuando llega el padre. Se achican tanto que, al ver la agresión del padre al hijo (entiéndase de un ciudadano a otro), tampoco lo detienen.

    ¿Cómo se hizo clasista y racista este chico?

    ¿Cómo aprendió a sentirse por encima de la ley y negarse a la intervención de una autoridad teniendo padre abogado? ¿Por qué dice que él y los policías no son iguales? ¿Quién le hizo creer que no puede ser sometido, como todos, ante la ley? Ahí está pe

    No se necesitan más padres energúmenos que sean celebrados. Precisamente porque esos padres son quienes crían a seres humanos como Stefano. Y tampoco se necesita más gente validando la violencia como herramienta de crianza.

    Así como el mercado se regula solo, a nivel cultural los neoliberales parecen pensar que “ellos (los niños) ya se arreglan entre ellos”. Y lo sé de primera mano, lo he oído muchas veces de madres y padres cuando estoy con mi hijo en algún parque. Hay quienes tenemos la de idea de que hay momentos específicos en los que, evidentemente, como personas a cargo de la crianza de un menor, tenemos que intervenir ya que los niños y niñas, en ocasiones no saben solucionar sus problemas. Lógica aplastante: si se arreglan solos ¿para qué carajos existen los adultos a cargo?

  • J Balvin: “Señor, usted es blanco, como va a aceptar ese premio”

    ¿Por qué si J Balvin no es afrodescendiente fue elegido “artista afrolatino del año” en los Premios de Entretenimiento Africano de EEUU (AEAUSA, en inglés)? Todo apunta nada más que a una estrategia de expansión de este reciente premio (viene entregándose desde a penas 2015). La explicación a continuación


    Al poco rato de haber sido presentado como ganador en la categoría “Artista Afro Latino”, alguien por Twitter le dijo a J Balvin: “Señor, usted es blanco, como va a aceptar ese premio”. Entonces la polémica sobre su elección se desató, evidentemente porque el colombiano J Balvín es blanco.

    Desatada la polémica, el presidente de los AEAUSA, Dominic Tamin, intentó explicar las motivaciones para elegir a los ganadores del premio y dijo: “…puedes ser blanco y latino y estar nominado, y también puedes ser negro y latino y estar nominado, así como tenemos africanos y blancos. No se nominan artistas por su color, se nominan artistas por su contribución a la sociedad y al afrobeat“.

    Cualquiera con un poco de sentido común pensaría que un premio llamado African Entertainment Awards USA (Premios de Entretenimiento Africano de EEUU ) se entregaría solo a personas afrodescendientes. Si Tamin realmente se cree ese cuento de que cualquiera puede ganar el premio al margen de si es afrodescendiente o no, ¿qué sentido tiene la existencia de estos reconocimientos que encabezan la palabra “African”? Esa perspectiva contribuye a la apropiación cultural (o sea al robo). Y para eso ya existen los Grammys y un sin número de premios principalmente ocupados por la blanquitud.

    El fotograma de abajo es del vídeoclip de “Perra”, canción de J Balvin en el que en lo único que ha contribuido es a la supremacía y al racismo (ver imagen):

    FOTOGRAMA: La gran contribución de J Balvin a la cultura Afro. Machismo y racismo puro

    ¿Cómo es que aún con todo lo anterior le entregan el premio a este vendedor de sexismo y racismo?
    Respuesta: el marketing, la publicidad, la estrategia de expansión. En el video-comunicado del presidente de la African Entertainment Music Awards, detalló que esta categoría (Afro-Latin Artist) fue introducida a la premiación por primera vez en este año (evidencia de su afán expansivo a nivel de industria musical). Entonces, que J Balvin sea el ganador en esa nueva categoría no sorprende. J Balvin es una marca poderosa que le puede dar visibilidad a nivel mundial a los AEAUSA, que tan solo lleva 7 años de existencia.

    Por aquí pensamos que la idea de expandir este premio es genial, pero no todo vale. Mucho menos con un vendedor de hot dogs, machismo y racismo, de quien no deberíamos esperar que se niegue a recibir un premio que no le corresponde.

    Dejo este vídeo educativo por aquí que tiene estrecha relación con todo esto

    https://www.instagram.com/tv/CX1pKJQFyEN/?utm_source=ig_embed
  • No es odio, es fragilidad

    Todo aporte es importante. No se puede despreciar a gente que quiera echar una mano y comprometerse.
    Sin embargo, creo que un evento como el 18D tendría que tener una perspectiva, desde lo institucional, que exprese en sí misma una perspectiva antiracista. Y en ese sentido, la coordinación de un evento sobre la migración tendría que ser principalmente dinamizada por las personas migradas.

    Sin duda, es verdad que juntas podemos llegar más lejos. Sin embargo, para estar juntas y llegar lejos, tenemos que aprender a estar juntas en diversidad. Es decir, ser conscientes de nuestros privilegios y a la vez trabajarnos nuestras propias violencias, empezando por asumirlas y no ponernos a la defensiva cuando una compañera racializada/migrada ejerce su derecho a expresar lo que siente y piensa en relación al racismo estructural que sufre a diario.
    El racismo estructural es la normalización de la estructuración de la sociedad —a nivel político, social, económico, etc– en jerarquías basadas en el color, origen y cultura, en las que ser una Persona Blanca siempre es estar en la cima de esas jerarquías.

    Por otro lado, no existe el racismo a la inversa. “Para que el racismo fuera al revés tendríamos que tener la situación contraria a la que se ha vivido por siglos: que la población blanca hubiera sido esclavizada, que no hubiera podido tener acceso a universidades, que se hubiera traficado con ellos y, además, que el PARADIGMA DE PERSONA fuera de personas no blancas y que los puestos de poder fueran ocupados siempre por personas no blancas”.
    Pero como sabemos los hechos son lo opuesto. Lo que sí existe es la discriminación positiva, que crea espacios NO MIXTOS, es decir, espacios seguros para las personas racializadas/migradas.

    Para poder unir fuerzas las compañeras y asociaciones blancas tienen que trabajar su propia blanquitud y con ello su fragilidad blanca. La fragilidad blanca es impedir que las personas racializadas expresen su diverso sentir frente al racismo estructural que les atraviesa directamente.
    Tenemos que aceptar que podemos ejercer de una u otra forma violencias contra otras personas. También entender que una actitud crítica y de rechazo a la blanquitud, no necesariamente viene del odio, sino de intentar romper —ya en la práctica– con esa estructura racista, ya que al no manifestarlo (porque se le impede, o porque se le condiciona) se estaría manteniendo el orden racial y la posición privilegiada de las personas e instituciones blancas en cualquier espacio.

    Hacer autocrítica blanca sería entonces: aceptar que las instituciones públicas han sido diseñadas sobre una estructura que reproduce de manera sistemática el racismo. Aceptar que por el solo hecho de ser blancas tienen privilegios en este sistema-estructura. Aceptar que al ser blancas ya ejercen una violencia contra las personas no blancas.
    Por tanto, estar preparades para las críticas y posiciones que hagan las personas No Blancas y migradas.
    Asumirlo, aceptarlo sin fragilidades y entonces apoyar en la lucha.

    Finalmente, aquí todas, todos, todes, tenemos que trabajarnos nuestro racismo. Porque incluso siendo personas racializadas/migradas aceptamos el racismo estructural y ejercemos violencias contra nosotras mismas y otras compañeras por nuestra mentalidad colonial.