Todo esto ocurre en Lima.
Eran los días de la marcha contra la ‘Ley Pulpin’. El punto de encuentro era la plaza San Martín.
Esa tarde, antes de ir a la marcha, bebíamos con Alberto unas cervezas en el Bar Don Lucho. Ahí discutimos las probabilidades que tenía Patricio —el protagonista de un cortometraje– de cruzarse con el poeta limeño Domingo de Ramos en una cantina del Centro de Lima, justo cuando observa sigiloso a una mujer, a quien le recita unos versos de ese poeta, aunque ella no lo escucha. Es un personaje obsesivo, asesinado por esa mujer, cuyas acciones fortuitas determinan la muerte del tipo, un efecto movilizado por causas ajenas a las que aparentenente lo causarían.
Horas después, en medio del tumulto de la marcha nos perdimos de vista. Al día siguiente volvimos a quedar en la esquina del jirón Quilca con Cailloma para luego ir a Don Lucho.
Mientras le esperaba, pasaba un tipo con un perro robusto. El perro iba contento, tenía buen pelaje y se le veía bien alimentado. Aunque andaba encadenado.
En contraste, por el mismo jirón pasaba un perro callejero, sucio, se le marcaban las costillas, caminaba asustado. Aunque nada le encadenaba.
¿Qué es la libertad? —me pregunté-. ¿Quién de esos dos es más libre?
¿Somos libres? Si estamos encadenados a un sistema económico que nos explota, que solo nos ve como fuerza bruta. Unos políticos que nos pretendían regalar a las empresas con aquella ley contra la que reclamábamos en la marcha del día anterior.
Mientras el callejero caminaba y se iba convirtiendo en un punto negro a la distancia pensé: “Ese perro es más libre que nosotros”.
Y empecé a escribir lo que luego sería esta canción. En este vídeo está la letra y la canción, si continúas bajando encontrarás la letra escrita en estrofas.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=j_iEnVSwFGE&w=800&h=422]
He mirado muchos perros flacos
que sin amo pasan por el mundo.
Su mirada es como la suerte
del sonido que se pierde al viento.
Y suena adentro…
El hambre marcada en las costillas,
en el rumbo patas y el destino.
Sin hogar, sin dependencia alguna
es lo que ha pagado por ser libre.
Y llega lejos…
Suelta las cadenas y el adiestramiento
como el perro flaco de ladrido verde.
Deja que el frío pase por tu cuerpo,
que la libertad te marque bien la muerte
Piensa que no has elegido quién ser,
y fuiste un solohombre y pensamiento breve.
Un solo hombre y pensamiento breve,
un perro flaco de ladrido verde.