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  • Descubre el secreto de Keiko Fujimori para ganar las Elecciones 2021

    Este es un servicio a la ciudadanía.

    El fujimorismo es algo más que solo Fuerza Popular, ya que tiene muchas caras que confunden a la gente a la hora de elegir presidente. Estas caras le permiten encontrar asidero en diferentes sectores:

    1. Hernando de Soto, fujimorismo liberal (burgués, blanco).
    2. López Aliaga, fujimorismo conservador “emprendedor”.
    3. Keiko, el fujimorismo tradicional populista semi irracional de clases bajas de siempre
    4. Forsyth, el fujimorismo populista blanqui-emergente calabacín.

    No hay que olvidar que aquí también aplica el marketing aspiracional (sobre todo en 1 y 2).

    El fujimorismo es amplio. Aunque parezca que solo es Keiko, De Soto, López y Forsyth también son el fujimorismo pero con diferentes envoltorios. Algo parecido al Grupo El Comercio, que tiene al diario El Comercio, Peru21, Gestión, Trome, Ajá, etc para vender lo mismo a diferentes sectores. Esto último no es coincidencia, de hecho, el Grupo El Comercio le es bastante útil al fujimorismo a la hora de crear percepciones colectivas sobre la realidad.

    El Grupo El Comercio construye una realidad en base a la ideología del fujimorismo (“todo lo que es de izquierda es terrorista, tenle miedo”). Entonces nos muestran a la derecha como la única opción a elegir. Además esa derecha, a su vez, la dividen en dos lados (izquierda y derecha) y, finalmente, le llaman izquierda al lado izquierdo de esa derecha (ver gráfico). Por eso después percibimos, por ejemplo, que Lescano o Guzmán son de izquierda. Y sí, están a la izquierda, pero a la izquierda del fujimorismo.

    Por lo tanto, percibimos a la izquierda como algo tabú, es el fruto prohibido de la ciencia y la sabiduría. Verónika Mendoza es percibida como peligrosa o radical, cuando es de centro izquierda y reformista (casi casi es Guzman). No hay por qué hacer tanto drama. Ni siquiera Pedrito Castillo es peligroso.

    ¿Por qué es posible que el Grupo El Comercio y el fujimorismo nos haga tener todas esas percepciones? Porque no hacemos el favor de informarnos y saber qué es la izquierda, qué es la derecha y qué grises hay en cada cual. Dejamos que nos informe el Grupo El Comercio ¡Por eso hay pánico!

    Justamente por eso se denunció que dicho grupo no concentre el 80 % de los medios escritos. Para no votar como giles y gilas lo que ellos quieren que votemos.

    DATO: Grupo El Comercio maneja: El Comercio, Peru.21, Trome, Gestión, Depor, Ojo, Correo, Ajá, El Bocón, América y Canal N

    Puedes ver el informe completo sobre la concentración de medios Aquí .

  • “Flor de Retama”

    Milagros Leiva ha usado esta canción para “terruquear” a la cantante Martina Portocarrero. Detrás de “Flor de Retama” hay una historia, una de las muchas dolorosas del Perú, que el gran Ricardo Dolorier retrató con tanta belleza. Cuánto se ha envilecido el periodismo en esta segunda vuelta entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Aquí una pequeña contribución, mi versión de Flor de Retama.
    Intentamos mejorar el mundo, por eso cantamos #YocantoFlordeRetama#Simbolodenuestraidentida

  • Tú no eres mi amiga

    Todo esto ocurre en Lima, en Huancayo, en la Imaginación y será breve.

    —Los demás sospechaban que entre nosotros sucedía algo –dijo él y prosiguió-. Pero nada se llegó a confirmar. A veces a dos personas les gusta pasar el tiempo juntas, sin ser necesario que tengan una relación romántica.
    —Sí, pero todos sospechaban que entre ustedes pasaba algo. Y no negarás que algo sí pasó –le respondí.
    —Ella iba a casa todos los días; tomábamos café, fumábamos cigarros, conversábamos de la vida. Había paz, había camaradería, Cristian, había algo más que no se mencionaba, pero estaba. Creo que podría escribí una canción…
    —Sí me cuentas más, pues, seguro que sí podrías. Ahora mismo no sé cómo sería esta canción
    —Sería una canción de un amor tácito nunca declarado–dijo, sentado en el sofa viejo del salón, botando la ceniza del cigarro, dándole golpes con el dedo-. Es que… te contaré: Hubo un tiempo que fue hermoso cuando la vida ocurría como en una pintura de pasteles. Vivíamos pensando que en un futuro se daría ese momento ‘mágico’ cuando ocurriría lo que nunca ocurrió, o sea que fuéramos algo más que amigos. Sabía yo que ella me quería y ella también. Me gustaba hasta su olor, pero no me atrevía a decírselo. Además que todos nuestros amigos eran los mismo y no queríamos dividir el grupo, por eso quizá seguíamos como seguíamos. Espera, ¿quieres un café?
    —Bueno, sí, por qué no…
    —Pondré agua –se va hasta la cocina y llena la tetera. Al regreso enciende otro cigarrilo-. Bueno, te sigo contando. Igual la gente ya asumía que teníamos un romance a escondidas y no. Pero la verdad, nos gustaba que creyeran eso en parte, porque sí nos veíamos a escondidas, pero no había ningun romance escondido, era porque nos gustaba estar ahí juntos, pero solos, antes de que los chicos vengan acá a la casa, como todas las tardes. Siempre que llegaba Antonio o Rolando ella ya estaba aquí y les decía “acabo de llegar hace cinco minutos”. Antonio no me creía nada
    —Ni yo, ni Alejandra, ni nadie. Algo les pasaba, y lo normal sería pensar que salían a escondidas.
    —No te ha pasado que tienes esa amiga… pero que no es tu amiga, que más parece tu novia. Pero nunca se lo dijiste, dejando que las cosas fueran como estaban y tú sabes que ella no es tu amiga, y ella sabe que tú no eres su amigo, me refiero a ‘solo amigos’.
    —Que bonita esa sensación de la complicidad ¿no, man? Alguna vez también me pasó lo mismo y nunca se lo dije, ¿tú se lo llegaste a decir?
    —Sí, lo hice: “no hay por qué esconderlo más”
    —¿Y ella qué te ha dicho?
    —Qué ya no soy su amigo…
    —Hagamos esa canción por esa no-amiga!

    En este vídeo está la letra y la canción, si continúas bajando encontrarás solo la letra escrita en estrofas.

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=LatpohyN1x4&w=800&h=422]

    Tú no eres mi amiga,
    tú no eres mi amiga.

    Todos se preguntan
    qué es lo que hacemos
    cuando estamos juntos
    y nos escondemos.

    Cuando estuve enfermo
    vino tu visita
    comiendo mandarinas
    en el sofá viejo.

    Tú no eres mi amiga,
    tú no eres mi amiga.

    Y juntos es juego,
    pura fantasía.
    Y nos conocemos
    de toda la vida.

    Somos complemento,
    somos armonía.
    Tú eres melodía
    en mi ritmo viejo.

    Tú eres La.
    Y yo soy Do.
    Tú eres La
    y yo soy Do.
    Y juntos somos…
    somo La menor.

    Tú no eres mi amiga (x4)

    Tú no eres mi amiga,
    no hay por qué esconderlo.
    Tú no eres mi amiga,
    y es lo sabemos
    Tú no eres…
    y eso lo sabemos.
    No hay por qué esconderlo
    más…

  • La raíz de menos uno

    Todo esto ocurre en Lima.

    Al terminar de cantar en una feria de libros, se acercó el poeta Efraín Altamirano —tipo mediano, lentes antiguos y chivera- diciendo que había otra presentación en el Centro de Lima. Era una movilización social en contra de una obra polémica (y mal hecha) construida por el alcalde de Lima, Lucho Castañeda.

    Acepté, siempre comprometido con las causas que considero justas.

    Días después, el poeta escribió un mensaje contándome que todos los jueves hacían recitales de poesía en el Keko Bar de Barranco. Aunque no me invitaba a participar como cantor, estando ahí con la guitarra, finalmente, toqué un par de canciones. Esa noche conocí a otros personajes de la poesía: Pamela Pasapera y Mario Bendezú.

    Marquito (diminutivo de Marco) era el tipo de la barra que traía las cervezas a la mesa. No sé si era el dueño.
    Una hora después tomábamos cervezas a puertas cerradas, conversando entre todos sobre la poesía, el arte y lo imposible. Efráin comentó que era ingeniero civil
    —Un ingeniero poeta –le dije impresionado.

    Llegado un momento, el poeta ingeniero comenzó a hablar sobre cómo los Números Complejos expanden el conjunto de Número Reales.
    —¿Cual es la raíz de menos uno? –me preguntó. Pensé unos segundos callado pensando…

    √–1= ?

    Para intentar resolver esta operación descompongo el –1. Es decir:

    –1= 1 * –1

    Antes de decir mi respuesta,  el poeta ingeniero continuó explicando-. De esa respuesta, hay un Número Real y otro que pertenece a los Números imaginarios.

    Entonces sigo resolviendo:

    √–1= √1 * –1
    =√1 * -1
    =√1 * √-1
    =1*√-1

    Y así, si continuáramos entraríamos aun bucle infinito de operaciones donde siempre nos quedara un número real multiplicado por

    √–1

    Esa es la constante imaginaria simbolizada por  

    i= √-1

    Lo Número Complejos —explicaba– se originan al intentar hallar la raíz cuadrada de cualquier número real negativo. Otro ejemplo:

    √-25
    = √ (25) (-1)
    = 5 * √-1 

    Quedé fascinado con esa explicación. Luego se terminaron las cervezas, salimos del bar y nos despedimos. Pero yo me había quedado con algo que antes de despedirnos me dijo, que entre el cero y el uno, había una dimensión más dónde había un sin fin de posibilidades…

    No tardé mucho en notar que “la raíz de menos uno” era una frase octosílaba (de ocho sílabas). Llegué a casa y escribí esta canción sobre un número que me daba esperanza, que nos permitía imaginar lo que queramos.

    En este vídeo está la letra y la canción, si continúas bajando encontrarás solo la letra escrita en estrofas. Imagina lo que quieras!

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=7b4J1__HZ0Y&w=800&h=422]

    Todo puede ser posible
    imagina lo que quieras.
    Universos paralelos,
    posibilidades nuevas.

    Todo momento oportuno
    es posible en otra cuerda.
    La raíz de menos uno,
    nuestra dirección opuesta.

    Nuestra relación opuesta,
    imagina lo que quieras,
    imagina lo que quieras,
    imagina lo que quieras.

    Todo puede ser posible,
    imagina lo que quieras.

  • Cantar de Agapito

    Todo esto ocurre en Huancayo.

    Entrando por el camino empedrado de una casa, estaba el jardinero, un hombre viejo de baja estatura, algo encorvado,  terminando de cortar el pasto. Buenos días, joven –dijo
    Le contesté el saludo asintiendo con la cabeza y una sonrisa.
    —Tocas guitarra también –agregó intentando sonreír tímido.
    —Sí –le dije-. ¿Y quién también?
    El viejo se reía sin mover la boca tímidamente y respondió:
    —Yo también, pues, joven. Toco mis huaynos de vez en cuando.
    —Que bonito, señor. Cuando acabe lo suyo,  no sé si querrá tocar algunos, si no es mucho pedir –respondí.
    —Ya ahorita, justito, he terminado, joven, si quieres me esperas, lavo mis manos, no vaya ensuciarse tu guitarra –se fue por unos minutos hasta el caño del jardín.

    Esperando sentado en el camino de piedra, le veía venir secándose las manos con la ropa.  Se sentó conmigo. Tocaba la guitarra hermoso. Quizá no era un virtuoso, o un estudioso del folklore (¡él era el folklore mismo!). Pero sus manos gastadas, toscas, de uñas con bordes negros, esas que tienen los hombres que trabajan toda su vida,  pulsaban la guitarra con un cuidado solemne admirable transmitiendo lo indecible. Algo que te traslada a las alturas, al cerro lindo, a la nostalgia de una nación.

    —¿Desde cuándo es guitarrista? –le pregunté al termino del primer huaynito.
    —Siempre he tocado, desde joven, joven. Pero para mí gusto nomás.
    —¿Cuantos años tendrá usted, señor?
    —Uhhh… Ochenta y dos años, poco más –vuelve a reír tímidamente- ni recuerdo bien ya mi edad, joven…

    La casa era de Olaf Ríos, un amigo muy querido que suelo visitar siempre cuando voy a Huancayo. Ahí aquél buen señor embellecía las flores de su jardín.

    —Siempre ha sido jardinero, ya le he visto, ahí, tratar con cariño a las plantitas
    —Me gustan… arreglarlas, dejarlas hermosas. Paciencia hay que tener, joven. Antes mis chacras tenía, allá por arriba –señala al este en dirección al distrito de Cochas-, sembrábamos choclo, papas, cebolla, pero después ya no se pudo. Un dueño de nuestras tierras apareció con papeles y con todo se quedó, fui a quejar en las autoridades, pero nadie me escuchó, papeles me pedían y no tenía, joven –se aflige y afina la sexta cuerda tocándola con el dedo pulgar varias veces-. Hasta mi casa, todo, joven, se han quedado. Tuve que ir más arriba –señala al este de nuevo- pero arriba arriba, ya en el cerro, ahí hice mi casa, papeles tampoco tengo, pero ahí quién, pues, me va a botar si ahí nadie quiere ir.
    —¿Y nadie le ayudó? –pregunté-.
    —Nadie me ayudó, joven, a los pobres así no tratan. Pero no importa, a mí no me importa ya eso, joven, tranquilo vivo así como estoy, luego cuando uno se queja peor es. A mi edad vas darte cuenta que con poco se vive, joven, tomar lo que  se necesita. Muerto ya nada de lo que tengas sirve, ni guitarra ni tierras te llevas. Todo se queda, tranquilo por eso vivo yo.

    Nos quedamos unos minutos en silencio.
    —Bueno, joven, paso a retirarme, podrás entrar a la casa y llamar a la señora para que me pegan y retirarme.
    ——Señor, ¿cuál es su nombre? –le dije entrando a la casa
    —Agapito, me llamo. Agapito Chunga.

    En este vídeo está la letra y la canción, si continúas bajando encontrarás solo la letra escrita en estrofas.

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=CVORj1oyY1g&w=800&h=422]

    “Toma lo que necesitas y no tomes más
    Son las leyes de la vida, para qué acumular”.

    Agapito es un hombre del cerro,
    si ha traído guitarra es mejor.
    Sus dolores son más que sus sueños,
    sus sonrisa un gobierno extinguió.

    Para el hombre no existe un poema,
    porque andar el camino es mejor,
    y encontrarse a la naturaleza
    como madre que le covijó.

    “Toma lo que necesitas y no tomes más,
    son las leyes de la vida, para qué acumular.”

    Agapito y la tierra ahora lloran,
    con su caña acompaña el dolor.
    Los acumuladores insisten
    en llevarse lo que el cultivó.

    Para el hombre no existe un gobierno,
    los derechos son una ficción.
    Y acumulando cosas no sirve,
    si a la muerte te vas desnudo.

    !Los acumuladores están acabando,
    con los recursos del mar,
    con las ilusiones y el canto
    de los soñadores del campo,
    con seres humanos buscando equilibrio,
    con toda la vida y la paz.!

    Pero Agapito sabe
    que acumular cosas materiales no sirve de nada,
    la muerte nos lleva a todos,
    y todos nos vamos igual…

    Toma lo que necesitas y no tomes más
    son las leyes de la vida pa qué acumular…

    Para qué acumular
    si todos nos vamos igual?

    Para qué acumular, si todos nos vamos igual (x4)

  • Para los que esperan

    La obsesión octosilábica

    Todo esto ocurre en Lima.

    Cuando llegué al auditorio del Británico de Surco, me encontré con el cantautor Omar Camino. El tipo –alto, delgado, pelo largo- afinaba su guitarra y le daba indicaciones al hombre del sonido; al verme acercar me recibió improvisando un “Amor fino” (una forma estrófica y musical de la tradición post-colonial del norte del Perú, que consiste en el contrapunto verbal improvisado entre dos personas, obedeciendo a una estructura de seis versos octosílabos que riman unos con otros).

    Ante ese saludo tan estructurado de reglas no solo líricas sino musicales, me puse nervioso, avergonzado por mi ignorancia, no había oído hablar del Amor fino hasta ese momento, y nunca había improvisado una rima. Me quedé callado.

    La pregunta que tal vez se hizo Omar Camino y después el escritor cubano Alexis Diaz Pimienta o el maestro Tony Mapeyé en ese momento era ¿qué hacía un cantautor como yo en un festival de decimistas, sin saber rimar ni contar sílabas?

    Acabado el recital, bebíamos ron en la casa de Zejo Cortez. Ahí seguí pensando en las ocho sílabas de un posible verso y las rimas que hubieran servido para responderle a Omar Camino el Amor fino aquél. Pero esa noche fue en vano, los decimistas se marcharon y también yo.

    Meses después, estaba obsesionado con eso de “pensar octosilábicamente”. Recordaba que el escritor e improvisador poético Alexis Diaz Pimienta, quien además es uno de los más grandes decimistas contemporáneos, me había aconsejado que, mentalmente, intentara describir los contextos y los hechos que observara en la realidad, fabricando con ello una cuarteta (una estrofa de cuatro versos octosilábicos de estructura “abab”, es decir riman intercaladamente, el primero con el tercero y el segundo con el cuarto, así:

    “1.A. Los gusanos comen cuerpos,

     2.B. dejan huesos y memoria

     3.A. para los que están sufriendo 

    4.B. por el pasado y la historia” ).

    Una tarde después de una entrevista en un programa radial (Radio San Borja), caminaba por la calle con la obsesión octosilábica . Todo esto ocurre en mi cabeza mientras camino. La mente es un sitio oscuro multidimensional donde soy omnipotente, hacia alguna dirección se oye a lo lejos, al fondo, sin distinguirse, un sonido deforme que no cesa.  Parece una canción. Al prestarle atención, el sonido se acerca violentamente a mi oídos; distingo mejor, se trata de una melodía y unos versos cantados por la voz interna de un sujeto imaginario que pregonaba:

    —Las verdades son amargas,/

    la mentira fantasea…/

    Rápidamente (obsesivamente) conté las sílabas de cada verso ¡Y sí! ¡Eran octosilábicos! Lo que hice después fue insistir, empecé a cantar como un loco en la calle, con la grabadora prendida, intentando entenderme, pensando qué significaba eso, averiguado adonde me llevarían esos dos versos… Y fue a esto a lo que me llevaron, así escribí “Para los que esperan”.

    En este vídeo está la letra y la canción, si contínuas bajando encontrarás la letra escrita en estrofas!

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=GBqahxsgdQw&w=750&h=450]

    Los gusanos comen cuerpos,
    dejan huesos y memoria
    para los que están sufriendo
    por el pasado y la historia.

    Y hay gusanos del delirio,
    que te embriagan en dos copas.
    Y hacen facil que el destino,
    pueda quitarte la ropa.

    Las verdades son amargas,
    la mentira fantasea. 

    Las corazas te protegen
    de las balas de la vida.
    Por salvarte de la muerte,
    dentro se pudrió tu herida.

    La felicida’ está dentro,
    no se compra en una esquina.
    Va hacia afuera, ay, desde el centro
    de tu pecho y sin doctrina.

    La esperas son muy largas,
    larga para los que esperan.

    Yo no hablo del política,
    y me quejo del gobierno.
    Porque la mente se aloca
    si el pueblo está en desacuerdo.

    Dios me ha dicho que no existe,
    que la mente fantasea.
    Dime tú si ya lo viste,
    dime quién es el crea.

    Las verdades son amargas,
    la mentira fantasea.
    Las esperas son muy largas,
    largas para los que esperan.

    Largas para los que esperan,
    largas para los que esperan.
    Para los que esperan,
    para los que esperan

  • CUATRO

    Coloqué las reglas de la auto-crianza

    en el mural de mis firmamentos.

    Deseché mis defectos de fábrica

    y senté denuncia ante la instancia pertinente:

    la del ser.

    Antes de actuar recordé mis reglas,

    pero me rebelé contra este amo y esclavo que soy de mí,

    y las he roto.

    Actué por los defectos de fábrica, finalmente,

    y no supe esclavo ya de qué seré.